Es un componente articulado compuesto por varios elementos, incluyendo una junta homocinética, un tubo, cubrepolvos y una punta espiga.

Un vehículo lleva dos flechas, una en el lado izquierdo y otra en el derecho. Ambas salen de la caja de velocidades y se conectan con el centro de las ruedas, en la maza central.

Recibe la rotación de la caja de velocidades y transmite ese movimiento a las ruedas encargadas de la tracción. Además, permite la flexibilidad necesaria para que la dirección y la transmisión funcionen correctamente.

• Vibración que aumenta al incrementar la velocidad.
• Golpeteos secos al girar la dirección a la izquierda o derecha.
• Cubrepolvos rotos, con fugas o hinchados.
• Inestabilidad en las ruedas.

El mayor riesgo asociado con una flecha de velocidad constante en mal estado es el desprendimiento de la rueda. Por eso, es fundamental realizar los mantenimientos preventivos y correctivos de forma adecuada y en los periodos recomendados en el manual del propietario.

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