También conocido como disco de freno; pueden ser sólidos o ventilados, siendo los ventilados más eficientes para disipar el calor que se genera al frenar.

El cáliper del freno va colocado en el cubo de la rueda y rodea una parte del disco en forma de pinza. Al pisar el pedal de freno, los pistones del cáliper empujan las balatas contra el disco. De esta manera, las ruedas dejan de girar, deteniendo el vehículo.

Debido a la alta fricción y elevada temperatura que se produce en el sistema de frenos, las ruedas, los discos y las balatas se desgastan entre sí. Por ello, es necesario realizar mantenimientos preventivos al sistema y detectar cuando los discos y las balatas han sufrido desgaste y pérdida de medidas básicas para realizar correctamente su función.

• El recorrido del pedal es más largo antes de detener el vehículo.
• Vibración o trepidación en el volante al pisar el pedal de freno.
• Ruido estruendoso al pisar el pedal de freno y demora en frenar el vehículo.
• Calentamiento excesivo en los discos y el vehículo no se detiene o tarda en responder al pisar el pedal de freno.

• Antes de reemplazar las balatas, verifique que los discos tengan las medidas básicas de grosor. No reemplace balatas nuevas con discos dañados.
• Reemplace el líquido de frenos cada dos años o antes si se observa color oscuro.